Terapia de pareja

Una relación de pareja, de forma general, es la vinculación de dos personas que tienen un interés afectivo y sexual y que quieren mantenerlo en el tiempo. Así pues, no habría diferencias entre parejas de lesbianas, gais o heterosexuales.

Sin embargo, las relaciones de pareja entre dos mujeres tienen algunas peculiaridades y las dinámicas que se generan también son diferentes. Por un lado, los rasgos de género propios de las mujeres (en la mayoría de las mujeres, no queremos generalizar, ya que cada una puede sentirse más o menos identificada con estos rasgos) y, por otro, las «mochilas individuales» que traemos cada una de nosotras a la relación, el contexto familiar y social en el que hemos crecido, las experiencias que hemos vivido, condicionan la relación de pareja.

Dentro de estas peculiaridades encontramos la intensidad en las emociones, en la comunicación y en la relación propiamente dicha. Derivada de esta intensidad, las mujeres nos entregamos mucho en las relaciones, generando esa fusión o simbiosis lésbica que nos llevará a fomentar mucho la intimidad y el compromiso y a perder el deseo o la pasión.

Ademas de estas variables, existen otros factores, como ciertas preocupaciones, bajo estado de ánimo, ansiedad o incluso la maternidad… que hace que nos baje la líbido y nos lleve a desconectarnos de nuestro cuerpo y del contacto físico con la otra persona. A veces no es tanto la falta de deseo sexual, sino el no propiciar esos espacios para que el deseo fluya.

Encontrar el equilibrio entre las necesidades de una y otra no siempre es fácil y todas las parejas pasan por momentos de crisis. Por ello os recomendamos acudir a terapia sexual y/o de pareja cuando sintáis que habeís intentado solucionar vuestros problemas pero no lo hayáis conseguido, os sintáis estancadas y queráis volver a conectar.

Las sesiones en su mayoría se harán de forma conjunta, pero también habrá sesiones individuales para trabajar algún aspecto específico con cada una de vosotras.

En cualquier caso será fundamental el compromiso, la motivación y el esfuerzo de las dos para conseguir los objetivos de la terapia. Siempre propiciaremos un ambiente libre de juicios y críticas, ya que el objetivo en ningún caso será buscar culpables.